Luces y Sombras de la masonería
La influencia de la masonería en el gobierno municipal fue
destacable durante toda la Segunda República. Este artículo
pretende analizar los motivos de la militancia política de los
masones y cuál fue el final de la institución en la ciudad en
aquellos días.
Una introducción necesaria
Por desgracia, aún sigue siendo necesario iniciar cualquier trabajo
acerca de la masonería con un párrafo aclaratorio sobre lo qué es
y lo que no es ésta institución tan denostada en nuestro país.
Durante largos años se ha intoxicado de tal manera a la opinión
pública, que hay quien relaciona a la orden con extraños rituales
mágicos o demoníacos. Pero afortunadamente, este trabajo de poner
blanco sobre negro, ya ha sido realizado por notables masonólogos de
la talla del profesor José Ferrer Benimelli y otros, así que
pisamos sobre terreno seguro.
La masonería, en palabras del citado erudito, es una asociación
filantrópica cuyo fin es el perfeccionamiento moral y cultural de
sus miembros, mediante la construcción de un templo simbólico
dedicado a la virtud. Entre sus lemas destaca la defensa de la
libertad, la solidaridad y la fraternidad, pilares básicos de la
dignidad humana. La masonería no es un partido político, ni un
sindicato, ni una religión, ni una secta. Al contrario, sus miembros
tienen prohibido hablar de política y religión porque conducen
inevitablemente a posturas antagónicas, contrarias a la tolerancia
que debe reinar en los templos masónicos.
Podríamos afinar más pero para los fines propuestos nos basta. En
esta primera definición ya observamos la primera contradicción de
la institución, puesto que durante los años de la Segunda
República, muchos políticos de primera fila fueron masones y no
ocultaron su doble militancia. Lo mismo ocurrió en el gobierno
municipal de la ciudad, muchos de los concejales e incluso algún
alcalde de Ronda fueron masones.
¿Qué pasó para que se diera esa militancia masiva de los masones
en política durante la Segunda República?
Puesto que la República defendía la libertad, la igualdad y la
justicia desde la propia Constitución y estos son precisamente los
referentes irrenunciables para la consecución de un mundo más
cercano al ideal masónico, el matrimonio era natural. Así, desde el
primer momento de la proclamación de la República, los masones son
llamados a defenderla como su propio patrimonio.
Las Logias de Ronda
Centrándonos en Ronda, la actividad masónica desde 1925 en adelante
ha sido concienzudamente documentada y analizada por el profesor de
la Universidad de Sevilla, Leandro Álvarez Rey. En su artículo
“Republicanos y masones en la provincia de Málaga (1925-1936)”
repasa los orígenes, influencias y devenir de la Logia más duradera
en la ciudad: la Giner.
A esta Logia rondeña pertenecieron todo tipo de hombres**,
de profesiones liberales (comerciantes, empleados del ayuntamiento,
empleados de banca, ferroviarios, militares, médicos, agricultores,
zapateros, etc.), algunos de los cuales tuvieron cargos de relevancia
en el consistorio. En teoría, en la Logia Giner había cabida para
todo tipo de formas de pensar, aunque en la práctica, la Logia vivió
varias escisiones entre sus miembros hasta que en 1934 el ala más
izquierdista de la misma formó su propia Logia, la Gautama.
De estas dos logias y de su relación en los momentos cercanos a la Guerra Civil trata la segunda entrega de este artículo.
De estas dos logias y de su relación en los momentos cercanos a la Guerra Civil trata la segunda entrega de este artículo.
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No hay
documentada la pertenencia de ninguna mujer hasta 1936, aunque los
estatutos no prohibieran tal afiliación.
¿Alguien sabe en qué calles estaban situados los templos de estas Logias?
ResponderEliminarSaludos
La logia Giner de los Rios tenia su sede en la Calle Almendra
EliminarMi madre me contaba todo esto,muy interesante Coco
ResponderEliminarMi madre me contaba todo esto,muy interesante Coco
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