Capitulo 3 Crónica (desapasionada) Pian META y primer ayuntamiento so...

La Legión debió afrontar una reestructuración para adaptarse a los nuevos retos de la defensa nacional. Por otra parte, tras las elecciones de mayo de 1983,  las relaciones institucionales entre militares y los nuevos representantes municipales cambiaron el panorama inicial.

Crónica (desapasionada) de la Legión en Ronda

Roberto en la novela Plaza de la Oscuriá le asegura a Terkus haber llegado a un entendimiento con los mandos de la Legión para escribir una historia acerca de la instalación de la fuerza en Lucientes. Sueña con escribir algo que no esté lastrado por la carga emocional de la primera época, una vez pasado un tiempo prudencial. Y por supuesto, algo que no se deje cosas "olvidadas" por el camino.

 

- Lo mío va a ser una historia desapasionada, algo que de cuenta de las reformas de las últimas décadas en el cuerpo.  

 

Disponible ya en vídeo la Crónica (desapasionada) basada en la hemeroteca de cuarenta años de la Legión en Ronda,






El rancho de los prisioneros: lentejas podridas y un padrenuestro


En el artículo ¿Un campo de concentración en Ronda? [Ref1] pasamos revista a las evidencias documentales que respondían a la cuestión planteada en el título, aunque quedó indeterminado el lugar donde pudo ubicarse.

Ha sido gracias al testimonio de Manuel R. M. que, cuando tenía diez años, vivía en una casa de campo frente al cercado a la intemperie donde apresaron a un número indeterminado de personas. Contaba que oía el machacón “caralsol” por las mañanas y tardes y, por las noches, las voces de los guardianes dando alertas y órdenes. Su descripción del lugar coincide con la de los hermanos Miguel y Manuel G. R., según el testimonio de un familiar: “Estuvieron en Valencia, trabajando en una fábrica de obuses para el gobierno republicano. Al terminar la guerra volvieron en tren a Ronda. Fueron detenidos en la estación de tren por el cabo de la Guardia Civil Emiliano D. R. y conducidos a un campo de prisioneros en la Dehesa. Aquello no era más que una alambrada hecha con palos“. El recinto estaba ubicado junto a la entrada del actual campamento Gabeiras de la Legión.

El campo de concentración de la Dehesa tendría un aspecto muy similar a este de la Albentosa en Teruel

La instalación tuvo un carácter temporal y hay constancia documental de su funcionamiento, al menos, durante cuatro meses, si bien algunos historiadores lo alargan hasta un año. Es muy probable que fuera coetáneo con el campo de concentración de la Plaza de Toros de Ronda que comenzó a funcionar en abril de 1939. Esta fue utilizada, en primera instancia, como centro de detención y distribución, como relataba en sus memorias el montejaqueño José Hiraldo Aguilar: “Tras una semana de calabozo, fuimos trasladados a la plaza de toros de Ronda (…) donde no cabía más gente. En grandes expediciones nos llevaron a Málaga a otro campo...” [Ref2]

Al término de la guerra, el número de prisioneros republicanos era enorme. En los casi trescientos campos de concentración repartidos por toda la geografía nacional, se apretujaban cerca de un millón de personas pendientes de ser clasificados [Ref3]. Franco quería depurar responsabilidades y estableció un sistema para investigar a todo aquél que cayó en sus redes desde el año 1937, en el que dictó la Orden General para la clasificación de prisioneros y presentados. En la práctica, la suerte de los cautivos dependía de una comisión de clasificación que en cada campo evaluaría su actuación durante el golpe de Estado y la guerra. Y para demostrar su limpieza y ser considerados aceptables para el nuevo Régimen debían avalarlo con cartas de recomendación del cura o el jefe de Falange del pueblo de origen del reo. En juego había tres posibilidades: los que conseguían los avales quedaban en libertad (y si estaban en edad militar, tenían que hacer tres años de mili), los que no los conseguían, eran destinados a los Batallones de Trabajadores como mano de obra esclava y los que habían sido miembros de algún partido, sindicato o denunciados por su actuación o cargo durante la República o la guerra, iban a juicio sumarísimo (que se saldaba con la cárcel o el paredón).

Así consta en el documento de la revista administrativa del campo de concentración de Ronda de los meses de junio y julio del 39 [Ref4]. En la relación de bajas de ambos meses son liberados casi la mitad; los prisioneros destinados a otros campos son 83 (82 al campo de concentración de Rota y 1 al  de San Pedro de Cardeña, todos en Junio), mientras que los destinados a la cárcel de Ronda suman 177 (65 en Junio y 112 en Julio). En estas relaciones no aparece ningún reo destinado directamente a Batallones de Trabajadores, aunque después de pasar por el campo de concentración de Rota es bastante probable que fueran destinados a alguno de los múltiples batallones que se crearon en la zona del Estrecho, a partir de mayo del 39 (hasta 1943, estos campos de trabajo forzado contaron con unos 30.000 prisioneros en la orilla norte del estrecho de Gibraltar, según el memorialista José Manuel Algarbani).

Es interesante ver quién ordenaba la baja: los que salían en libertad lo disponía el jefe del campo, el alférez Juan R. T.; los que iban a la cárcel, lo ordenaba un juez instructor o el juez militar de Ronda y los que eran conducidos a otros lugares (Madrid, Jaca, San Nicolás del Puerto, Córdoba y Segovia), era por orden de un juez militar, un auditor de guerra o algún jefe militar de otro lugar.


Resulta llamativo el elevado número de prisioneros conducidos a la cárcel de Ronda en estos dos meses (177 personas). Esa especie de presidio, entonces en los bajos de los juzgados de la plaza Duquesa de Parcent, era muy pequeño y no daría para tanta gente, pero en esas fechas funcionó también como cárcel alguna dependencia del cuartel de la Concepción [Ref5]


Desaparecidos

Sin embargo, si algo llama poderosamente la atención en estos informes de revista es el descuadre entre los prisioneros presentes y las bajas producidas entre esos dos meses consecutivos. Al término del mes de junio, el balance era de 609 cautivos presentes. En el mes de julio, se producen 198 bajas, la mayoría de las cuales por conducción a la cárcel de Ronda, el resto son liberados. El balance firmado por el jefe del campo a finales de este mes, cifra en 302 los prisioneros restantes. La pregunta es tan obvia como tremenda la respuesta. ¿Dónde están los 109 que faltan?

Rúbrica del jefe del campo al balance de la "fuerza" en la revista de junio

Un rancho muy económico


El informe de revista tenía por objetivo justificar el gasto de la remesa de dinero enviada para el mantenimiento de los prisioneros. El gasto diario destinado al rancho era de 1’65 pesetas, pero dudo que el monto fuera destinado íntegramente a tal efecto, a tenor de los testimonios de muchos prisioneros acerca del hambre que pasaron durante su cautiverio [Ref3]: “Nos embrutecimos hasta el punto de perder toda dignidad humana. Un teniente muy a la usanza de la Gestapo trajo un perro lobo para impresionar y en un descuido despareció. ¡Nos lo habíamos comido crudo!”. La dieta habitual consistía en agua negra de castañas, agua con espinas de pescado y gusanos o lentejas podridas. No obstante, el jefe del campo se lamentaba en su informe de no haber podido realizar ninguna economía en la compra de víveres para la confección del rancho y, por tanto, justificaba no devolver ni una peseta.

Eso sí, las necesidades espirituales, queridas o no, estaban cubiertas desde el minuto uno de la creación del campo. A propuesta del Sr. Pro-Vicario General Castrense y rubricado por el Subsecretario del Ejército, se publicó en el Boletín Oficial del Estado del 11/05/1939 los destinos de diversos Capellanes a los Campos de Concentración y Batallones de Trabajadores. En el mismo se nombra a D. Jerónimo P. M., Capellán con consideración de alférez, destinado al Campo de Concentración de Ronda. Junto al de Ronda, también aparecen publicados los nombramientos de 21 capellanes para Campos de Concentración y otros 25 para atender a diversos Batallones de Trabajadores [Ref6].

Este artículo ha sido posible gracias a la colaboración del investigador memorialista del Instituto de Estudios Campogibraltareños, José Manuel Algarbani.

[Ref1] “¿Un campo de concentración en Ronda?”. Pablo Aguayo de Hoyos. Revista Puente Nuevo. Número 65. Junio 2017.
[Ref2] “Memorias y crónicas de un rebelde andaluz”. Biografía de José Hiraldo Aguilar, ed. de Melchor Guzmán. Ayuntamiento de Montejaque. 2006.
[Ref3] “Los campos de concentración de Franco”. Carlos Hernández de Miguel. Penguin Random House. 2019.
[Ref4] Revista correspondiente a los meses de Junio y Julio del campo de concentración de Ronda. Extractos 5 y 6, caja 23 del fondo del Tribunal de Cuentas. Centro Documental de la Memoria Histórica. Salamanca.
[Ref5] Testimonio oral del rondeño José G. T. Fue capturado en Levante al término de la guerra y conducido a la plaza de toros de Baza, donde se le clasificó como desafecto y enviado a uno de los Batallones de Trabajadores Penados de Tarifa.
[Ref6] Boletín Oficial del Estado núm. 131, de 11/05/1939, páginas 2594 a 2595. Departamento: Ministerio de Defensa Nacional. Subsecretaría del Ejército.

Presentación de Plaza de la Oscuriá

Tres años de investigación tocan a su fin. El resultado es la publicación de esta novela que cierra un modesto proyecto narrativo relacionado con nuestra Historia reciente: una trilogía que pone en evidencia la desmemoria patria.


Memoria silenciada. 

El crimen de Fani, (2015) es una novela negra basada en hechos reales sucedidos en Ronda, con la injusticia y la doble moral propia de los años de plomo del franquismo.


Contraportada de El crimen de Fani

Memoria soterrada.

Un traje nuevo para el abuelo, (2016). Investigaciones tras la pista de referentes familiares olvidados me llevaron a escribir esta novela sobre la masonería y el exilio.

Contraportada de Un traje nuevo para el abuelo

Memoria desvirtuada.

Plaza de la Oscuriá, (2019). La instalación de una unidad militar en una pequeña ciudad es la metáfora de la supuesta modélica Transición política española.


Contraportada de Plaza de la Oscuriá

Tres patas de un mismo banco: reclamar la normalidad democrática, la aspiración al relato de la verdad sin complejos, necesaria para el pleno desarrollo de una sociedad sana y libre.

Fecha de presentación: 30 de abril, en Ronda.

Congreso Masonería en Ronda


26 Octubre - 17:00 horas. "Historia de la Masonería en Ronda" por D. Leandro Álvarez Rey, Catedrático de Historia Contemporánea Univerisidad de Sevilla.
Autor del artículo: "Republicanos y masones en la provincia de Málaga (1925-1936)" , capítulo del libro La masonería española: represión y exilios. Vol 2. Fernández Albéndiz, M.d.C. (2011)

26 Octubre - 19:00 horas. "Los retos de la Masonería en el futuro" por Dª. Ascensión Tejerina, Exgran Maestra y Expresidenta de la Gran Logia Simbólica de España.
Artículo: "Los retos de la Masonería frente al futuro"

27 Octubre -11:00 horas. "Masonería: historia, principios y métodos" por Pedro Alamillos, Maestro Masón de la Logía ‘La Constitución 63'.

27 Octubre -12:30 horas. Tenida blanca:  reunión de masones con la presencia de personas ajenas a la institución y que tiene como objetivo compartir parte de lo que hace en el interior de sus talleres con el mundo exterior.

Otras referencias:
 "Luces y sombras de la masonería rondeña" , Pablo Aguayo de Hoyos publicado en Puente Nuevo en Julio 2018.



Puente Nuevo Julio 2018

Portada de Andrés Rodríguez González, Pasolargo
En la revista aparece la versión impresa y revisada del artículo "Luces y sombras de la Masonería rondeña"

 
 Pincha aquí para descargarlo.

Conferencia "El campo de concentración de Ronda"

Campo de concentración de Albentosa (Teruel)
"Hay una cosa que quiero contarles antes de que sea tarde, de que quede para siempre en la oscuridad, como un borrón en la memoria. Algo que no pude quedar impune, oculto, en el silencio del olvido.
Me refiero al destino que vivieron medio millón de republicanos: los campos de concentración de Franco.
Y no se trata de despertar odio, ni de revanchismo, sino de hacer la poca justicia que aún se puede hacer con su memoria: la reparación moral.
Creo que para apreciar la libertad tenemos que saber que no es ningún regalo y que ya otros se dejaron la vida luchando por ella. Mi intención con esta charla es conocer y divulgar la verdad. Por encima de banderas y oportunismo político."

Contenido completo de la Presentación



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