Vencidos, rojos y, además, bandoleros.
Durante los años posteriores a la guerra, grupos dispersos de hombres y mujeres siguieron combatiendo a la dictadura emboscados entre las peñas y abulagas de la Serranía. Esta es su historia, la de unos idealistas enfrentados a una represión feroz.
Me ha gustado mucho tu articulo Pablo. Muy bien documentado,
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